A DOS MESES DE LA MUERTE DE ALVITE, por Israel Sanmartín

José Luis Alvite era un pensador desde los márgenes, donde el margen no es un espacio físico sino una distancia. Una distancia que se construye a partir de un estado filosófico cionaresco, en relación a espacios continuamente en tránsito o “no lugares” (Marc Augé), y desde un tiempo circular en el que se entremezclan historias, memorias y vivencias (reales o imaginarias). Complementariamente, hay un Alvite construido por la crítica vista, leída y escuchada en sus años finales, que está referenciada fundamentalmente a la última parte de su obra, desde sus relatos en la radio y por alguna que otra entrevista realizada. Esa crítica lo ha catalogado como un autor metafórico e identificado por su vinculación a círculos taciturnos y de la periferia social. A la suma de pensador desde el margen y de autor periférico habría que añadirle su calidad de gallego (que para muchos implica lo marginal y lo periférico) que ha sido, como siempre utilizado en diferentes direcciones (alguna equivocada). Sigue leyendo